El 21447 deja 210.000 euros en siete décimos del primer premio de la Lotería

Los décimos, procedentes de la Administración de Manuel Iglesias, fueron vendidos en el Bar Edu

Manuel Iglesias en la Administración que vendió los décimos, junto al cartel con el número premiado.
SUERTE EN TIEMPO DE CRISIS

Seis fuentecanteños miran desde anoche la difícil situación económica con algo más de tranquilidad. Fueron los afortunados que poseían alguno de los siete décimos premiados (una de los agraciados compró dos) vendidos en el Bar Edu del número 21447, primer premio del sorteo de la Lotería Nacional de ayer jueves, que ha dejado un total de 201.000 euros (30.000 por décimo).

Según explicó Manuel Iglesias, propietario de la Administración de Lotería de la que salió el número, todas las semanas deja varios décimos en dicho bar, que son comprados por los habituales.

"Suelo quedarme con algún décimo, pero mira tú por dónde ayer se me pasó", se lamenta Iglesias, quien añade: "esto ha sido una locura de llamadas desde anoche y una locura de gente durante todo el día de hoy".

La 'locura' se incrementó ante la presencia de las cámaras de Canal Extremadura en las cercanías de la Administración de Lotería, y muchas personas de las que se encontraban en ese momento en la plaza de abastos no dudaron en posar como improvisados 'extras' con el cartel del número premiado aunque no hubiesen resultado realmente agraciados por el premio.

Quien sí fue una de las afortunadas es Kamilla Icuncha, copropietaria del Bar Edu, que se quedó con un décimo, y que relataba ante las cámaras que se trata de un dinero "que viene muy bien, porque no contabas con él, y servirá para pagar las cuentas que tenemos y darme algún caprichito, como visitar mi tierra (Brasil) a donde hace siete años que no voy".

Es la quinta vez que la Administración regentada por Manuel Iglesias da un premio importante. "Todavía no se ha notado mucho el tirón de ventas que siempre trae el dar un premio, pero se notará en los próximos días, siempre ocurre así", explicaba.

Del total de los 30.000 euros al décimo, los afortunados tendrán que restar la parte que, según la norma que entró en vigor a principios de año, se queda Hacienda. Descontando los primeros 2.500 exentos, las arcas públicas se quedan con 5.500 euros. Es decir, los poseedores de los décimos se quedarán 'solo' con 24.500 euros.