El Tercera hace los deberes antes de final de año y se coloca undécimo, a diez puntos del descenso

Sin embargo, en el debe hay que apuntar que sigue sin puntuar fuera de casa (solo dos empates en ocho encuentros lejos del Zurbarán) y también su escaso acierto de cara a gol, puesto que solo ha conseguido 16 dianas en 18 partidos, de manera que resuelve sus encuentros con muchísimo sufrimiento.

En este tramo final del año, la tónica se ha mantenido. El primer compromiso era ante el Atlético San José, equipo muy parejo a los de Fael. Se adelantba el Fuente de Cantos por mediación de Quintana, pero nada más iniciarse el segundo tiempo, Ruano empataba. A partir de ahí, nervios y dominio, hasta que aparecía Toy, que fue derribado en el área cuando trataba de buscar hueco para el disparo. El penalti lo convirtió el mayor de los Toboso y finalmente los tres puntos se quedaron en casa.

Seguidamente, gran decepción. Los verdes visitaban a un Diter venido muy a menos, porque los impagos a la plantilla habían hecho que muchos jugadores se marchasen. De hecho, el Fuente de Cantos había conseguido pescar en este río revuelto dos excelentes refuerzos: el poderoso central Francis y el hábil mediapunta Tomé.

Era pues el Diter un equipo armado a toda prisa y había confianza en el triunfo fuentecanteño. Pero todo salió al revés. Un árbitro casero como los que ya no se ven, un Fuente de Cantos que sale dormido y deja crecerse al rival y, para guinda, la infantil expulsión del menor de los Toboso al filo de la media hora.

Poco antes de terminar la primera parte, el Diter hacía su primer gol. Y además, nada más iniciarse el segundo acto, el segundo. Parecía mucho lastre para un equipo que jugaba con diez, pero aquí sí reaccionó el Fuente de Cantos, y puso en jaque al rival. Llegaría el premio en forma de penalti transformado por Antonio Toboso, y se incrementó la presión de los verdes, hasta el punto que se veía muy cerca el empate.

Sin embargo, cuando apenas quedaba tiempo, una contra del equipo azulón ponía el 3-1 definitivo.

Con todo, lo peor no fue el resultado, sino una lamentable circunstancia que no debería producirse en un encuentro de categoría nacional. El central del Diter Borja (hasta hace poco jugador del Fuente de Cantos) caía lesionado mediada la segunda parte, y su estado generó gran alarma, al quedar con la rótula fuera de sitio.

Se requirieron los servicios sanitarios pero la sorpresa fue no solo que en el campo no había ninguna ambulancia, sino que ni siquiera había camilla. Tras cinco minutos angustiosos, con el jugador tumbado en el césped dando muestras de gran dolor, tuvieron que ser los propios compañeros de uno y otro equipo quienes le retirasen en volantas. Hubo de esperar después media hora la llegada de la ambulancia, con Borja tumbado en la banda.

La buena noticia es que la lesión es menos grave de lo que se temía, y el bienvenidense podrá volver a jugar en el plazo de entre cuatro y seis semanas.

Tocaba volver a jugar como local, en partido adelantado al sábado por ser el domingo jornada electoral. Enfrente, un rival directo, el Pueblonuevo. Fue un partido, más que de jornada de reflexión, de jornada de siesta, solo animado por algunas brusquedades y malos modos de algún jugador.

Pronto se puso de cara el encuentro. Toboso lanzaba una falta rasa y el balón, al botar en un terreno muy duro y algo irregular, hacía un extraño y se colaba en la meta visitante.

Podía ser, por fin, un encuentro tranquilo, pero no. Los verdes no acertaban a ampliar distancias, y los visitantes, con continuos balones colgados al área ponían en vilo a la parroquia local. Menos mal que el nuevo central Francis y el meta Burgui solventaban la papeleta con eficacia.

A falta de diez minutos, y con la inquietud en el ambiente, más por el resultado corto que porque el rival estuviese haciendo muchos méritos, llegaba un penalti a favor de los locales. Por fin, se decían algunos, terminaremos el partido con calma. Que no, que no puede ser: Tomé lanzaba pero el meta del Pueblonuevo le adivinaba el tiro y enviaba a córner. Otra vez sufrimiento hasta el final.

Queda, como se ha dicho, un partido para completar la primera vuelta. Hay que visitar al Coria, que este año anda en horas bajas. Marcha décimo tercero y lleva dos meses sin ganar. Ocasión para que los de Fael puntúen, aunque tampoco hay que fiarse mucho.

Después, nueva salida, esta vez a Olivenza, un equipo que lucha por salir de la quema de los últimos lugares.