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Este solar es uno de los objetivos del nuevo plan.
El nuevo Plan Urbano sigue sin cerrarse tres años después de iniciarse su tramitación

El nuevo Plan Urbano sigue sin cerrarse tres años después de iniciarse su tramitación

El plan actual data de 1987 y ha quedado ampliamente superado por la evolución urbana de la localidad, según detalla el avance

Juan Carlos Zambrano

Lunes, 8 de febrero 2016, 20:42

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En 1984, el ayuntamiento encargaba al equipo encabezado por el arquitecto Manuel Fortea la revisión de las Normas Subsidiarias de Fuente de Cantos. Este plan urbanístico fue aprobado en 1987 y entró en vigor al año siguiente. Dado que las proyecciones de población (que lamentablemente se cumplieron) marcaban una tendencia a la baja en el número de habitantes, y además se determinó que un tercio de las casas del pueblo estaban vacías, la normativa no incluyó más suelo urbano.

Sin embargo, paradójicamente, en los años transcurridos desde entonces es en el que la localidad ha tenido un mayor crecimiento urbano, no por tener más población (como se ha dicho, tiene menos, alrededor de medio millar de vecinos menos) sino porque la no disponibilidad de suelo, al inclinarse los nuevos residentes por viviendas nuevas y no por las ya construidas, y el hecho de que en aquel plan no se contemplaba crecimiento de industrias.

Así, según recoge el avance de nuevo Plan Urbano, elaborado por el equipo de Jesús Boraita en abril de 2013, las normas de 1987 han sido modificadas (con expedientes aprobados y en vigor) 13 veces, de manera que el planeamiento actual tiene poco que ver con lo que marcaban aquellas normas.

Por eso precisamente se elabora el avance del Plan, puesto que ya no hay suelo industrial disponible, ni siquiera con las modificaciones, y la mayor parte de las zonas donde hubo algún cambio urbanístico ya están consolidadas.

Como se ha dicho, este plan se presenta en abril de 2013. En el verano de ese año, el avance sale a información pública y además se traslada a la Junta de Extremadura para que lo dé a conocer a su vez a organismos e instituciones interesadas (ambientales, urbanísticas, de cuenca, etcétera). El resultado de esas consultas consta en un documento elaborado por la Administración regional.

Hace algo más de un año, el avance del Plan es expuesto a los sectores interesados, fundamentalmente de la construcción, para que realicen sus aportaciones. Se establece como siguiente paso que se exponga a los propietarios de los terrenos que se contemplan como posibles modificaciones. El objetivo sería que expresen sus intenciones, puesto que si no tienen previsto el desarrollo urbanístico de su terreno, podría resultarles muy gravoso que se cambiara la calificación, sometiéndoles a un régimen fiscal distinto del de ahora.

La cuestión es que, a día de hoy, nada más se sabe de aquella propuesta. El Plan está bloqueado, o como poco, ralentizado, tres años después de su inicio, y pese a los problemas que, como indica el arquitecto Boraita, tienen las normas vigentes, totalmente obsoletas.

La propuesta del avance de Plan podría calificarse como modesta, o también, realista, a tenor de las proyecciones de población, que continúan marcando una tendencia a la baja.

Borde de ciudad

Por ello se sustenta en dos pilares: cerrar los bordes de ciudad, sin contemplar urbanizaciones exteriores al casco urbano, y tratar en lo posible de regularizar las construcciones realizadas fuera de planeamiento, como por ejemplo las que existen a lo largo de la N-630 hasta el cementerio.

De este modo, se considera que habría que consolidar la situación de varias zonas donde se previeron acciones de urbanización pero aún no se han desarrollado. Una de ellas estaría delimitada por las viviendas vecinas al campo de fútbol, hasta las traseras del silo, taller de Jesús Gala y gasolinera de Asencio, y desde la nave de Mahindra hasta casi la carretera de Bienvenida. Decimos casi porque paralelamente a la carretera de Bienvenida hay una franja, donde se encuentra la antigua discoteca Oasis, que ya es suelo urbano.

Otra zona a consolidar sería la esquina entre la calle Guadalcanal y la N-630, al final del recinto ferial. De igual manera, se considera el terreno entre las calles San Benito y Valencia, si bien aquí se abren dos posibilidades: o dejar la previsión actual de edificabilidad para hacer 75 viviendas, o bien decantarse por viviendas unifamiliares aisladas de manera que puedan adaptarse mejor a la orografía del terreno.

Al margen de estas actuaciones en suelo urbano no consolidado, y dentro del plan de cerrar los bordes de ciudad, el avance opta por que se contemplen otras zonas para posibles ampliaciones del casco urbano a futuro y que además servirían para paliar la escasez de usos dotacionales, tanto sociales como deportivos y de zonas verdes.

Ahí se recogen tres áreas principales. La primera de ellas sería toda la zona que hay desde la calle Romanones hasta el límite con la carretera de San Isidro, justo donde esta carretera hace una curva pronunciada (donde se ubica la nave de Nanta).

Siguiendo por esta misma carretera, la segunda zona sería la siguiente curva, tras el cambio de rasante (más o menos por donde arranca el camino de Calera). Por último, estaría la amplísima zona que va desde el entorno del Hospital de la Sangre y entra en forma de triángulo hasta las proximidades de la calle San Quintín.

En la propuesta también se apunta la posibilidad de abrir una cuarta zona también para uso residencial, en la zona de San Juan, entre San Benito, García de Paredes y la carretera de Medina.

Asimismo, se prevé crear otra zona urbanizable en el arranque de la carretera de Montemolín, por la zona de La Pata. Aquí también se permitiría uso industrial, no solo residencial. El objetivo de esta acción, que puede a priori resultar poco interesante desde el punto de vista de posibles compradores, es fundamentalmente solucionar los crecimientos irregulares urbanos detectados en el área.

Con estas acciones, indica el avance, se podría evitar lo que ha ocurrido con la normativa vigente, y tirar si fuese necesario, de nuevo terreno urbano de manera ordenada, si es que continúa la demanda de suelo residencial para tipologías de edificación aislada, que es por donde parecen decantarse las preferencias de los vecinos en este momento.

Al mismo tiempo, se reduciría la superficie de ampliación a la mínima necesaria, según recoge el avance, valorando un modelo de núcleo urbano compacto, por lo que se han delimitado las ampliaciones en el perímetro de forma no se pierda la continuidad y se refuerza la actual estructura urbana delimitándola en elementos físicos de las infraestructuras como bordes urbanos reconocibles.

Suelo industrial

Pero quedaría otra cuestión pendiente, como ya advierte el avance de Plan, y es la escasez de suelo industrial.

Para ello, hay cuatro zonas de acción (al margen de la ya citada de regularización de la situación en el entorno de La Pata).

En dos de ellas, las de menor tamaño, se contempla que se combinaría el uso residencial con el industrial. Estarían situadas, una al borde de la carretera de Medina, casi enfrente de La Fontanilla, y tendría 3.000 metros cuadrados, y otra pegada al arranque del camino de Bienvenida en la parte más próxima al campo de fútbol, donde habría 9.000 metros cuadrados disponibles.

Pero las dotaciones más importantes para permitir en su caso el establecimiento de nuevas industrias estarían en las cercanías del actual polígono industrial, como es lógico por otra parte.

Así, se establece una amplísima zona limitada por la N-630 y la Autovía de la Plata, por un lado, y por el actual polígono y el camino de Bienvenida, por otro, que daría posibilidades de ampliar este tipo de usos hasta en 129.000 metros cuadrados.

Además, y dado que ya se están detectando incluso edificaciones fuera de planeamiento, se establecería también como zona de uso exclusivamente industrial la franja paralela a la N-630 que discurre entre prácticamente el camino de Bienvenida (o unos metros más adelante, dado que al principio hay edificaciones) y el cementerio municipal. En este caso se estaría hablando de más de 28.000 metros cuadrados disponibles.

El resultado de la propuesta ería que Fuente de Cantos vería ampliado su suelo industrial en 155.000 metros cuadrados, lo que daría amplia holgura para que el Plan estuviese vigente bastantes años, evitando improvisaciones.

En cuanto al suelo urbanizable para uso residencial, la ampliación propuesta supone 197.000 metros cuadrados. Dado que se contempla una edificabilidad del 0,7, y que la tipología de vivienda propuesta es de 140 metros cuadrados de superficie, se estaría hablando de suelo para 985 viviendas.

En todo caso, dependería del modelo de desarrollo por el que se opte, puesto que si se va a viviendas unifamiliares aisladas, el número de residencias que se obtendría sería considerablemente menor, aunque el avance del plan no las cuantifica.

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