Juan Carlos Zambrano
Jueves, 8 de septiembre 2016, 19:20
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Juan Pedro Orellana recibió el apoyo de los fuentecanteños en su desafío de correr 1.000 kilómetros contra el cáncer por la Vía de la Plata hasta llegar a Santiago de Compostela.
La llegada a Fuente de Cantos cubría la primera etapa en tierras extremeñas, procedente de la provincia de Sevilla. Dado el calor previsto, y el sufrido en la etapa anterior, (ambos días hubo alerta naranja por altas temperaturas) los médicos que forman parte del equipo de apoyo aconsejaron al corredor que acortara el trayecto, y así lo hizo.
Eso supuso que se adelantase en casi una hora la llegada prevista inicialmente para el mediodía. Pese a todo, un buen grupo de corredores esperó a Orellana en la gasolinera de Garías, a pie de la N-630, para acompañarle en sus últimos 4 kilómetros.
Además, decenas de personas recibieron a Orellana en la plaza de la Constitución, donde se sirvió un desayuno saludable y se colocó la exposición que explica el por qué de este desafío.
Apenas sin tiempo para recuperarse del esfuerzo, el corredor fue requerido una y otra vez para fotografiarse con los vecinos, que quisieron mostrarle su reconocimiento por la iniciativa.
La expectación y el respaldo fue tal que se agotaron las camisetas del evento, puestas a la venta al precio de 10 euros que se destinarán a financiar la investigación sobre células madre cancerígenas que lleva a cabo la Universidad de Granada.
Tras una tarde de relax en el albergue Convento de San Diego, Orellana partió antes del amanecer hacia su próximo objetivo, Villafranca de los Barros, segunda de las seis etapas que hará por tierras extremeñas.
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