Ruiz Peña imparte talleres de emprendimiento social a parados y estudiantes

Según señaló Ruiz Peña se trata de una nueva visión, basada en la motivación, en las personas. Este proyecto funciona en tres niveles, según señaló. El primero está dirigido a desempleados. Lo iniciamos con motivación, y luego tratamos de convertir esa motivación en proyectos concretos, comentó, y agregó: no tienen por qué ser proyectos empresariales, aunque también caben, sino de provocar que pasen cosas en tu pueblo, que se impulsen actividades para jóvenes, para mayores

El segundo nivel estaría centrado en los estudiantes de Secundaria. Aquí el proyecto actúa en tres fases: la primera es abrirles la mente, cambiar su actitud y que vean que ellos pueden hacer cosas. La segunda es centrar esas ideas y darles forma. La tercera es desarrollar el proyecto, hacerlo realidad, bajo una premisa: no se puede pedir dinero al ayuntamiento, aunque sí que cedan alguna infraestructura para poner en marcha el proyecto. Tiene que ser algo organizados por y para ellos, porque es la única forma de que se impliquen.

El tercer nivel serían los empresarios. Nos encontramos en muchos pueblos con pequeños empresarios y autónomos que compiten entre ellos, pero ¿y si se asocian y colaboran? ¿no saldrían ganando?.

Ruiz Peña reconoció que la idea de emprendimiento social puede chocar con objeciones, como que los parados digan que eso no da de comer. Esto es un error, porque te aporta dos cosas que sí pueden darte de comer: visibilidad, que la gente sepa que estás ahí, y energía. El tiempo va a pasar igual, pero si estás haciendo cosas tendrás muchas más oportunidades que si te quedas en casa.