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El centenario de la muerte de Nicolás Megía, oportunidad para reconocer a un pintor olvidado

El centenario de la muerte de Nicolás Megía, oportunidad para reconocer a un pintor olvidado

El artista fuentecanteño, considerado el mejor pintor extremeño del XIX, falleció en 1917 y nunca ha sido valorado aquí

Juan Carlos Zambrano

Domingo, 29 de enero 2017, 09:38

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Oculto quizá por la imponente figura de Francisco de Zurbarán, el caso es que Nicolás Megía es casi un desconocido para los propios fuentecanteños, pese a ser un artista reconocido internacionalmente y ser considerado por muchos el mejor pintor extremeño del siglo XIX. De hecho, en vida del artista sus obras eran muy cotizadas, especialmente sus acuarelas, que se vendieron por toda Europa y América.

Del olvido en el que luego cayó hay una muestra sangrante. En 1995, el pintor y académico de la Real Academia Extremeña de las Letras y las Artes Francisco Pedraja se propuso celebrar el 150 aniversario del nacimiento de Nicolás Megía con una gran exposición antológica en el Museo de Bellas Artes de Badajoz, en el que Pedraja ejercía como director.

Pese a sus esfuerzos, esta muestra nunca llegó a celebrarse por falta de apoyos económicos, y la conmemoración se limitó a la edición de un tríptico y la exposición de las obras de Megía que forman parte de los fondos de dicho museo.

No fue hasta 16 años después cuando la idea de Pedraja se plasmó más o menos con una muestra de 152 de las obras de Megía (60 de ellas no mostrada antes al público) en la que el entonces director del Museo de Bellas Artes de Badajoz, Román Hernández, reconocía que se trataba de una deuda del museo con el pintor.

Con vistas al centenario de su muerte que se conmemora este año, el cronista oficial Felipe Lorenzana reclamó en un informe que se preparase un programa para dar a conocer la vida y obra del artista. Según se ha asegurado desde el ayuntamiento, algo se va a hacer, aunque a estas alturas aún no se conoce ni en qué consistirá ni cuándo empezará a desarrollarse el programa de conmemoración.

Lo único que existe hasta el momento es una partida de 10.000 euros recogida en el presupuesto municipal de este año bajo el epígrafe de Promoción de la localidad. Aniversario de Nicolás Megía, aunque hay que señalar que esa misma partida, pero sin el añadido con el nombre del artista, ya constaba en el presupuesto de 2016. Es de suponer que esta partida solo será una dotación inicial a la que se añadan posteriormente más fondos para desarrollar un programa acorde con la proyección del pintor.

Amplia formación

Nicolás Megía nació en Fuente de Cantos en 1845. Cumplidos los 20 años se marchó a estudiar a la Academia de San Fernando de Madrid. Su gran proyección motivó que la Diputación de Badajoz le becase para completar la formación en Roma y París, donde tomó contacto con los más relevantes artistas de la época. Esta beca posibilitó que hoy el museo pacense cuente con obras del pintor, ya que como becado debía enviar sus trabajos a esta institución.

Concluida su etapa formativa se instaló en París, en cuyo Salón Internacional, el más importante de la época, se da a conocer en 1880 con su obra Laboremus, también denominada El estudiante de Salamanca, la más conocida quizá y que forma parte de los fondos del Museo del Prado, aunque no está expuesta.

Ya de regreso a Madrid, donde se estableció definitivamente, volvió a marcar otro hito con la obtención en 1890 de la Segunda Medalla de las Bellas Artes por su pintura Defensa del convento de Santa Engracia de Zaragoza, 1809.

En su obra, de tinte realista, abordó temáticas muy diversas, desde el retrato hasta el paisaje, escenas costumbristas, pintura histórica u orientalismo. Igualmente variada es su técnica, aunque destacó especialmente como acuarelista, con una obra repartida por todo el mundo.

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