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La foto de Zurbarán, la calle Barriga, la muerte prematura y otras leyendas sobre el artista

La foto de Zurbarán, la calle Barriga, la muerte prematura y otras leyendas sobre el artista

La figura del pintor fue ignorada durante siglos y su posterior recuperación abundó en mitos y uso partidista

Juan Carlos Zambrano

Jueves, 2 de marzo 2017, 17:23

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Que Francisco de Zurbarán fue un adelantado en ciertos aspectos, como en la generación de una marca personal, lo que hoy se conoce como branding, parece probado a la luz de los últimos estudios sobre el modo en que fue haciéndose un hueco entre los artistas de la época.

Ahora, de ahí a decir que el insigne fuentecanteño fuese el primer modelo de fotografía del mundo, va un abismo. Y es que la primera vez que se logró fijar una imagen en una placa fue nada menos que en 1824, cuando Zurbarán llevaba muerto más de siglo y medio. Esto no es óbice para que en 1940, con motivo de la instalación en el altozano de su estatua (hoy en el parque), réplica de las colocadas en Sevilla y Badajoz, una crónica periodística afirmase que la obra era de un gran parecido con el original, según fotografías del gran pintor. Ahí es nada.

Este hecho, que puede parecer una anécdota, no deja de manifestar una realidad: el gran desconocimiento sobre gran parte de la vida del artista, según refleja el historiador Felipe Lorenzana en su ponencia La administración de la memoria. Fuente de Cantos y Zurbarán, 1887-2014.

¿Más pruebas? Otro elemento simbólico es la placa dedicada a su memoria que luce en la fachada del ayuntamiento, realizada hacia 1885 e instalada en 1889. En la inscripción puede leerse Francisco de Zurbarán. 1568-1662. Dado que hay noticias fehacientes de que Zurbarán anduvo en tratos de obras de arte en 1664 (año real de su muerte) es poco probable que falleciese dos años antes. Pues ahí sigue la inscripción.

Y es que, como refleja Lorenzana, la vida y obra de Zurbarán sufrieron un gran vacío y fueron ignoradas prácticamente hasta el siglo XIX. A partir de ahí se reconstruye a martillazos una biografía salpicada de gazapos y leyendas, donde por encima del rigor histórico prevalece el tiénese por cierto, es decir, el rumor.

¿Qué decir de su supuesta casa natal? En agosto de 1964 un entonces desconocido periodista llamado Francisco Umbral visita Fuente de Cantos y busca pistas sobre el pintor. Alguien le dice que se habla de poner un museo en la casa de la calle de las Barrigas. No puede Umbral más que constatar que la memoria del pintor casi ha desparecido, y comenta con pesar que Badajoz, Fuente de Cantos y toda la provincia saben que hay que hacer algo más por la memoria de su artista universal.

Lo que se hace es utilizar su figura con fines partidistas. Así se compra años después la supuesta casa natal, que tardaría 20 años en convertirse en museo y otros 20 en cerrarse por ruina, apunta Lorenzana.

Las gestiones para comprar la casa se inician en 1970, siendo alcalde Juan Antonio Garías. ¿Cómo se prueba la autenticidad de la vivienda como casa natal del pintor? Se aduce que tradicionalmente, y de generación en generación, ha sido considerada como la de nacimiento del insigne pintor. Es decir, no hay pruebas, pero con la compra se pretende dar carpetazo al enojoso olvido a bajo precio, y así había un lugar al que dirigir a quienes preguntaban por el lugar de nacimiento. No estaba la cosa para dejar que la verdad estropease una bonita leyenda.

Lo que se hace es lo contrario, apuntalar esta leyenda con otras que la avalen. Por ejemplo, que la calle de las Barrigas se llamaba así porque allí residían las parteras e iban las mujeres humildes a dar a luz (¿no sería más lógico al revés, que la partera fuese a casa de la parturienta?) Pues no, la calle de las Barrigas se denominó así por los afloramientos de roca en la calzada, que le daban un trazado irregular y ondulado.

Además, ¿era Zurbarán de familia humilde, de labradores? Nada más lejos de la realidad: su padre, Luis, era un rico tendero, con varias casas en el centro del pueblo, y vivía en el inmueble que hace esquina en las calles Misericordia y Martínez, más que probable sitio real de nacimiento del pintor. Más leyendas: Zurbarán era un pastorcillo que pintaba piedras y troncos de árboles, hasta que un viajero descubrió su valía y le llevó a Sevilla (lo que viene siendo un cazatalentos); que mató a una persona en el Carmen (el Carmen no existía); que casó muy joven con una prima en Fuente de Cantos (no tenía primas en Fuente de Cantos); que marchó a Portugal huyendo de la Justicia (Portugal entonces era de España); que murió en la misma cama en la que murió el poeta Camoens (dada la extrema pobreza del poeta es muy poco probable que tuviese cama)

El de la casa natal, con todo, no fue ni el único ni el peor agravio cometido a la memoria del artista. Años antes, el funesto alcalde Federico García Romero usa a Zurbarán para intentar conseguir un colegio, alegando que se va a cumplir (en 1964) el aniversario de su muerte y que para celebrarlo lo mejor es construir un grupo escolar (que, por cierto, no abriría hasta 1972) para perpetuar la memoria de tan relevante figura. Mucho amor no tendría el edil a la memoria del pintor cuando fue el mismo que años antes, en 1940, ordenó trasladar, contra el deseo de los donantes, la estatua de Zurbarán desde el altozano al parque, para sustituirla por un monumento a la victoria franquista. Tampoco cuando fue el que cambió el nombre de la calle Zurbarán por Capitán Navarrete. Ahí pinchó en hueso: ni Zurbarán ni Navarrete, los vecinos siguieron llamándola Llerena.

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