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La Junta embargará el dinero del concierto educativo del colegio San Francisco

La sentencia que lo ordena es ya firme y la Consejería señala que la cumple «estrictamente», si bien el Juzgado aún no ha dictado la diligencia correspondiente

a.tinoco

Jueves, 4 de octubre 2018, 15:00

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La larga y fatigosa peripecia judicial de un grupo de trabajadores del Colegio San Francisco de Fuente de Cantos, perteneciente a la Congregación de la Preciosa Sangre, y que fueron despedidos por ésta improcedentemente el pasado curso, tiene visos de que esté cercana a finalizar.

Finalizarla significa, como ha informado HOY en repetidas ocasiones, que los trabajadores cobren la correspondiente indemnización, tanto por lo que en derecho les pertenece como por la injustificada demora en cobrarla. Para ello, la Sala de lo Social del TSJEx tuvo que dictar una sentencia en la que determinaba embargables los fondos del concierto educativo que la Consejería de Educación tiene suscrito con la Congregación de la Preciosa Sangre, todavía propietaria formalmente del colegio si bien en retirada hasta el punto de que, en la práctica, un grupo de 40 trabajadores, de los que 33 son profesores, se han constituido en empresa y son los que prestan el servicio educativo con normalidad. La mencionada sentencia fue dictada el 25 de julio, pero no ha sido hasta el 5 de septiembre que ha adquirido firmeza. No cabe, por tanto, otra cosa que cumplirla.

Cumpliendo

La Consejería de Educación ha informado a este periódico que «está cumpliendo estrictamente todo aquello a lo que ha sido instada por los tribunales de justicia, esto es, embargar todas las cantidades que el Colegio San Francisco Javier, de Fuente de Cantos, debe recibir de la Administración educativa en virtud del régimen de conciertos educativos y cualquier otra cantidad que vaya destinada a ayudas a libros de texto, programas educativos o actividades formativas complementarias, que están subvencionadas por la Junta de Extremadura, dado que los tribunales han sentenciado que todas esas partidas son embargables».

Ocurre, sin embargo, que es el Juzgado de lo Social número 2 de Badajoz el competente en esta causa y corresponde a este órgano dictar la diligencia dando cuenta de la sentencia del TSJEx. Y, es te es un detalle, importante: «todavía no lo ha hecho», señala el graduado social Francisco Pagador, que representa a dos de los trabajadores afectados. «Este largo camino de los trabajadores en defensa de sus derechos frente a la Congregación de la Preciosa Sangre está a punto de acabar, pero todavía no lo ha hecho porque continúan esperando para cobrar», concluye Pagador.

La demora en cobrar está impidiendo no sólo que termine cumpliéndose la sentencia, sino que pueda salir del compás de espera el traspaso de la propiedad del colegio de la congregación citada a la empresa constituida por los trabajadores del centro.

«El colegio funciona con total normalidad»

Jesús Araújo es profesor de Economía y Matemáticas del San Francisco y uno de los 40 trabajadores que forman parte de la sociedad que ha suscrito un compromiso con la Preciosa Sangre para sucederle en la propiedad. En estos momentos tienen reconocidos la sucesión de los derechos, pero no se ha producido el traspaso. La empresa constituida por los trabajadores es, por tanto, otro damnificado de la situación . A pesar de ello, Araújo afirma a HOY que los problemas de los religiosos con extrabajadores no están teniendo incidencia en el centro, de modo que su vida diaria, la realidad de las aulas y su funcionamiento «es de absoluta normalidad. Sentimos, además, el apoyo y la solidaridad de los padres de alumnos y de la gente de Fuente de Cantos y trabajamos con mucha ilusión. Por estos asuntos no hemos perdido alumnado». El colegio tiene 350 alumnos y este año ha suprimido una unidad de 2º de ESO, si bien esta es una circunstancia que no tiene que ver con las vicisitudes por las que atraviesa. Araújo confía en pasar cuanto antes esta página y que la nueva empresa constituida por los trabajadores pueda suscribir con la Junta de Extremadura un concierto que garantice su futuro y el servicio educativo.

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