

En la plantilla del Fuente de Cantos hay varios jugadores de color. Uno de ellos, Mohamed Sylla, se llama igual que el árbitro que recibió insultos xenófobos desde la grada del Francisco de Zurbarán este domingo en el partido ante el San Serván, de Primera Extremeña. Seguro que a ninguno de ellos le gustó la actitud de uno de sus hinchas. Tampoco al club, que emitió esa misma tarde un duro comunicado en redes sociales condenando los hechos y avisando de la adopción de posibles medidas.
El presidente del Fuente de Cantos, Manuel González Carrasco, ha informado a HOY de que la intención de dicho comunicado es que el acusado –que está identificado porque en un pueblo todo el mundo se conoce, como argumenta el directivo– se dé por aludido y no repita esa actitud, pues conllevaría su expulsión y no se le permitiría la entrada al recinto. «De momento no vamos a tomar medidas contra él. Es un chico joven del pueblo y seguro que le habrá llegado el comunicado porque ha tenido mucha repercusión. Queremos que quede señalado usando las tecnologías y que no vuelva a hacerlo porque entonces sí actuaríamos contra él», comenta el presidente, para quien este tipo de conductas son anacrónicas. «No podemos permitir que estas cosas ocurran, es algo de otra época. Tenemos aquí varios jugadores negros y seguro que no les hace gracia esto».
González recuerda que el linier, que sí escuchó nítidamente improperios como «árbitro de mierda» o «moro de mierda», les avisó de que en cualquier momento el colegiado podría suspender el encuentro. «Puede que el árbitro no los escuchara. Era solo una persona, no un grupo de gente y no queremos que vuelva a suceder en nuestro campo», continúa el presidente local, cuyo equipo ganó al San Serván 2-0 y permanece líder en la tabla. Líder también en valores, pues a veces los clubes prefieren mirar hacia otra parte.
«Esta directiva no va a permitir que ninguna persona que se haga pasar por aficionado verde manche nuestro escudo y ensucie la pulcra imagen de nuestra afición escudándose cobárdemente en el anonimato. En nuestro deporte no tienen cabida mentes con pensamientos xenófobos que solo demuestran bajeza moral y nula conciencia social», recogía acertadamente el comunicado de la junta directiva.
Sid Ahmed Mohamed Fadel, así se llama el árbitro –saharaui con nacionalidad española y técnico de laboratorio–, no reflejó nada en el acta, tal vez porque no lo oyera pese a que cuesta creerlo. Este diario, a través de la Federación Extremeña de Fútbol, ha intentado ponerse en contacto con el colegiado, pero su comité tiene la norma de que no hablen en estos casos, una norma absurda que silencia a las víctimas y que poco ayuda a la concienciación para erradicar estos deleznables hechos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.