Paqui Delgado, coordinadora de Cáritas:«Cuando nos llega una persona tenemos que ver a la persona, no el problema»

¿Desde cuándo funciona Cáritas en Fuente de Cantos?

Cáritas funciona en Fuente de Cantos desde los años 70, cuando ya había un grupo de fieles de la parroquia que hacían estas labores. Fue en el año 2.000 en una asamblea parroquial donde ya se hizo una renovación, desde entonces funciona como grupo organizado, donde ya se empieza con la comida para las familias necesitadas del pueblo. Se creó el grupo de comercio justo que, además, fue pionero en la diócesis extremeña. Se reforzó la atención a los transeúntes, también había un grupo infantil llevado por jóvenes que trabajaban con niños en la parroquia. Se apoyó, una cosa muy importante, en Fuente de Cantos que es la casa de acogida del Proyecto Vida atendiendo a personas con adicciones y se acompañó a diferentes proyectos de misiones en países de África, Sudamérica, etc.

¿Quiénes formáis parte de Cáritas?

Caritas es la iglesia, y aunque suene a tópico Cáritas somos todos. Es la rama caritativa de la Iglesia que es la encargada de todo esto. Como en todas las asociaciones o en todas las instituciones, hay un grupo de voluntarios que están más a mano para cuando hay algo en concreto que hacer. En este momento somos un grupo de13 personas, 14 personas con nuestro párroco que es el presidente de las caritas parroquiales.

Este grupo según las actividades que tengamos que hacer y las circunstancias, realizamos el reparto de tareas y cada uno hace lo que mejor se le se le da. Si que es verdad que es muy importante la labor del tesorero por la total claridad que hay que darle a nuestras cuentas,

teniendo en cuenta que nos nutrimos básicamente de aportación de particulares.

Por lo que llevamos a gala la transparencia de nuestras cuentas. Tenemos un buen grupo, dispuesto y con buena voluntad y porque sabes que siempre van a estar ahí cuando se les necesita.

¿Qué tipo de trabajo realizáis?

Yo soy una voluntaria del grupo con algunas tareas adicionales. El trabajo mío es como un buzón de sugerencia, me pongo en contacto con los servicios sociales del ayuntamiento para ver algunos casos en particular, y mi teléfono está a disposición de todo el mundo, me llama mucha gente preguntando si recogemos ropa, juguetes, o por ejemplo, con el tema de la guerra de Ucrania o cuando el volcán de La Palma, la gente me llamaba para colaborar. Atiendo el servicio de acogida que hacemos cada 15 días.

Acudes a reuniones al Ayuntamiento, los centros de educación cuando tenemos una charla de formación, soy yo también la que estoy en contacto con nuestro técnico de animación comunitaria de la zona que es Lourdes Sánchez que es nuestro guía, nuestro manual de instrucciones, sin ella no podemos hacer nada y ella es nuestro nexo de unión con la Cáritas Diocesana.

¿A quiénes atendéis y cuáles son las necesidades de las familias?

Ayudamos a quien nos lo pide, a quien nos llama y nos pide ayuda. Las necesidades de las familias o de las personas que atendemos básicamente son para las cosas esenciales de la vida cotidiana, es decir las ayudamos en el tema de alimentación, en salud todo lo que es medicamentos, afrontamos pagos de luz, agua, alquiler, gas, etc.

Por ejemplo, cuando empiezan los niños el colegio, las familias tienen que hacer un desembolso de dinero entre material, libros y ropa deportiva y también se le se les ayuda a afrontar esos gastos.

Ayudamos a familias con pocos ingresos, que no pueden cubrir todos los gastos de una familia.

También nos piden que les orientemos, a lo mejor en temas jurídicos, burocráticos, que además tienen que presentar un currículum, etc. En tema psicológico porque necesitan que alguien los escuche.

En relaciones sociales porque son gente a lo mejor un poco marginales, búsqueda de empleo. Pero principalmente las necesidades de la vida diaria, lo que las familias puedan necesitar en su casa en el día a día.

Se hace siempre un pequeño estudio del caso. Cuando alguien nos llama y manifiesta que necesita ayuda, concertamos una cita con esa persona o con esa familia e intentas conocer su situación y luego muchas veces también vienen derivados de los Servicios Sociales.

Les damos los alimentos o lo que necesiten, lo hacemos cada 15 días, me acompaña una voluntaria, en este caso una religiosa, la hermana Rosa o en ocasiones otra persona, lo hacemos siempre entre dos.

¿Desde cuándo eres coordinadora de Cáritas?

No tengo una fecha fija de nombramiento, pero yo quiero recordar que aproximadamente desde septiembre del 2017. Yo empecé a colaborar de voluntaria hacia el año 2011-2012 y en septiembre del 2017 cogí la coordinación, pocos años comparados con los años que estuvo quien me ha precedido a mí, Paco Martos.

¿Cuál es tu profesión?

Yo soy enfermera e intento sacar tiempo libre para hacer el voluntariado y lo adecuo a mi horario de trabajo e intento sacar tiempo. Mi profesión es muy vocacional y conecta con Cáritas en la idea de ayudar, de servicio al prójimo como dice el Evangelio, ayudar al débil, estar ahí al lado, acompañando al que te pide ayuda y al que lo necesita y que no permanezcamos impasibles.

Y por último ¿cuál es el perfil de las personas que os piden ayuda?

El perfil de las personas que buscan ayuda son gente normal y corriente, paisanos de tu pueblo que en un momento dado han tenido mala suerte en la vida o en algún momento de ella.

Sí que es verdad que suelen ser personas que tienen una etiqueta puesta y que es difícil de romper y ahí tenemos que hacer una labor importante en que esa etiqueta se quite.

Cuando nos llega una persona a Cáritas tenemos que ver a la persona, no el problema o si le falta garbanzos o legumbres o le falta que le compremos unos zapatos. Hay que ver la persona e intentar mantener la dignidad de esta persona.

Son gente que no han tenido suerte en la vida, hay mujeres jóvenes que vienen de separaciones traumáticas, separaciones conflictivas, que al final están los niños ahí en medio como víctimas. Hay un grupo también que viene a nosotros, por edad o por problemas de salud, pues no disponen de ingresos suficientes para para pero que además tienen muchas dificultades también para para encontrar un trabajo adecuado a sus circunstancias, gente de 55 o 60 años. Gente de nuestro pueblo, familia, amigos, que el negocio le ha ido mal, o familias desestructuradas, extranjeros, transeúntes de paso, que no tienen donde vivir, parados de larga duración, etc. Gente que pueden tener ayudas pero que no llegan a final de mes con ese dinero. La labor de Càritas es muy amplia. Hay muchos programas de empleo, mujer, infancia, jóvenes con conductas adictivas, personas mayores, cooperación internacional.

No quiero que la gente se quede solo con el tema de entrega de alimentos. El papa Francisco en una carta decía: Servir significa cuidar a los frágiles de nuestra familia y de nuestra sociedad, de nuestro pueblo. En esta tarea cada uno es capaz de dejar de lado sus búsquedas, sus afanes, sus deseos de omnipotencia ante la mirada de los más frágiles. El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su proximidad y busca la promoción del hermano. Por eso nunca el servicio es ideológico ya que no sirve a ideas sino a personas».

Este texto resume muy bien esa labor social ya que tenemos que ayudar al prójimo no nos puede ser indiferente el dolor de los demás.