Arranca el taller de Educación para la Paz

El taller de Educación para la Paz, presentado el pasado viernes, arranca mañana y se desarrollará en el Auditorio Municipal a lo largo de diez sesiones. Cada una de las sesiones dura aproximadamente una hora y está estructurada en una presentación en vídeo, una explicación a cargo del monitor del taller, Francisco Cerro, y un coloquio libre. La inscripción es gratuita y aquellas personas que lo deseen aún pueden incorporarse a este proyecto.

Según explicó Cerro en la presentación del taller, organizado por la Asociación de Mujeres en colaboración con al ayuntamiento, las sesiones están basadas en las directrices de Prem Rawat, cuyo método ha sido reconocido por la ONU y se difunde en todo el mundo.

La idea básica es que la búsqueda de la paz en la sociedad tiene que partir de la búsqueda de la paz interna, de analizar aquello que nos está ocurriendo y ver qué merece la pena y qué no, siempre partiendo del hecho de que estar vivo es de por sí un regalo, indica el monitor.

En cada sesión se aborda un tema concreto, como la confianza, autoestima, responsabilidad personal Estamos esclavizados por el minuto anterior, el pasado, y el posterior, el futuro, y hacia ellos enfocamos nuestras energías, cuando deberíamos pensar en el tercer minuto, el presente, y analizar qué hacemos para disfrutar de ese minuto, para sentirnos bien con nosotros mismos y eliminar lo que nos perjudica, comenta Cerro.

Los pilares básicos del proyecto serían la reflexión interior vernos como realmente somos y decidir si somos lo que queremos ser o necesitamos cambiar, y la responsabilidad individual: cada uno de nosotros debemos ser conscientes de que lo que nos sucede y sobre todo, cómo reaccionamos a lo que nos sucede, es responsabilidad fundamentalmente nuestra. No debemos buscar excusas o justificaciones externas, tenemos que mirarnos con sinceridad porque tenemos la capacidad de decidir sobre nosotros, señala el monitor del taller.

Las enseñanzas de este modelo que sobre todo es un método para descubrirse a uno mismo, para aprender de cada cual, no una serie de pautas comunes de comportamiento, inciden en la toma de conciencia de la propia personalidad: de quien más debemos aprender es de nosotros mismos, concluye Cerro.