

Juan Carlos Zambrano
Lunes, 29 de febrero 2016, 09:22
La fiesta solidaria convocada por Cáritas bajo el lema Evocando Carnavales desbordó las previsiones de sus organizadores, ya que fueron cientos de fuentecanteños los que acudieron a contribuir con la labor de esta ONG.
En total, según ha comentado Manuel González, responsable del evento por parte de Cáritas, se sirvieron alrededor de 400 platos de arroz (a dos euros con pan y bebida). La demanda fue tal que hubo que repetir una de las tandas por parte de los cocineros, puesto que lo previsto inicialmente se había terminado y aún muchas personas esperaban su plato.
Una vez descontados los gastos (y gracias también a las donaciones de los establecimientos fuentecanteños, que aportaron ingredientes y parte de las bebidas de forma gratuita) la recaudación supera los 1.800 euros. Todas las personas que trabajaron, tanto en cocina como en barra, lo hicieron de manera altruista.
González quiso agradecer tanto la respuesta de los fuentecanteños como la de los establecimientos de alimentación y, como no, la presencia de grupos carnavaleros, algunos de los cuales (Peña Flamenca, Jato o Bellotitos) hacía muchos años que no se reunían, y volvieron a juntarse para ensayar algunas canciones que ofrecieron al final de la comida, junto a los más noveles. Así, cuando se acabó de degustar el arroz, los grupos carnavaleros iniciaron su repertorio, primero dentro del salón multiusos, pero pronto, dada la mala acústica del recinto, en el exterior, donde decenas de personas volvieron a disfrutar con sus interpretaciones.
El extraordinario ambiente de convivencia y el cariz festivo de la convocatoria hicieron que la celebración se prolongara hasta entrada la noche, en una jornada en la que una vez más los fuentecanteños respondieron a la llamada de los que más lo necesitan.
En cuanto al destino de los fondos, Manuel González explicó que se emplearán íntegramente en atender las necesidades de las personas que acuden a Cáritas en busca de una ayuda para aliviar la difícil situación por la que atraviesan muchas familias.
Así, al margen de las bolsas de comida con alimentos no perecederos, Cáritas también, con los fondos disponibles, entrega vales para que estas familias tengan acceso a alimentos como carne, pescado, frutas o verduras.
Además, puntualmente se trata de dar respuesta a otras necesidades. Entre ellas, González citó por ejemplo que se ayuda a pagar los recibos de luz cuando una familia no puede y le van a cortar el suministro, se contribuye a sufragar alquileres mensuales o alguna cuota de hipoteca para evitar que estas personas sean desahuciadas de sus viviendas y también se les ayuda si por ejemplo han sufrido alguna avería en un electrodoméstico imprescindible y no pueden pagar el arreglo.
Desde Cáritas se ha indicado que, si bien son menos las familias que demandan ayuda (en unos casos por empezar a percibir la renta básica y en otros, como ocurrió con muchos inmigrantes, porque han terminado marchándose) aún persisten situaciones de extrema necesidad que es necesario afrontar.
Para ello se cuenta con las aportaciones periódicas que realizan los socios de la ONG, con las donaciones puntuales que se realizan por parte de particulares y con lo que suponen actividades como la desarrollada estos días, que permite un margen de maniobra a Cáritas para intentar evitar que la de por sí mala situación de estas familias se agudice todavía más.
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