Formación, actitud y capacidad de adaptación, claves para abrirse paso en el mundo laboral
Estudiantes de ESO y Bachillerato debaten con cuatro empresarios cómo orientar su futuro académico
PPLL
Viernes, 8 de abril 2016, 19:14
El salón de actos del colegio San Francisco Javier acogió el debate entre empresarios y estudiantes de ESO y Bachillerato sobre el modo de enfocar su futuro académico y laboral una vez abandonen el centro. El encuentro fue organizado por el Departamento de Orientación del colegio, dirigido por José María Zambrano.
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En cuanto a los empresarios participantes, se contó con perfiles muy diversos: Jesús Manuel Domínguez, que se hizo cargo de la empresa familiar Agrifusa y la amplió hasta tener 40 trabajadores y tres centros de actividad; Jaime Ruiz Peña, ingeniero técnico agrícola, que entre otros puestos fue gerente de Sanders, director general de Promoción Industrial, gerente del Sexpe y gerente de GPEX, y ahora tiene una consultoría de coaching y motivación para empresarios y trabajadores; Javier Molina, licenciado en Periodismo, que colabora en revistas de motor, trabaja en el departamento comercial de Skoda y ha puesto en marcha Corbatíssima, una tienda de complementos de moda para el hombre en Sevilla, y Joaquín Villalba, que interrumpió sus estudios de Ingeniería Técnica Agrícola para poner en marcha locales de ocio juvenil y ahora regenta un restaurante, además de prestar servicios de catering para todo tipo de eventos.
El debate, que contó con una nutrida presencia de estudiantes, se inició con una pregunta provocadora por parte del moderador: ¿Qué hago, estudio o mejor aprovecho el tiempo?, para que los ponentes desarrollasen la idea de si la formación es o no importante. Molina indicó que estudiar una carrera, sacar un título es un marco de base, una condición necesaria pero no suficiente, y es importante una formación complementaria transversal y basada en experiencias vitales. Por su parte, Villalba comentó que contar con un título es fundamental porque te abre muchas puertas, pero luego está el trabajo de cada cual. Domínguez apuntó en dos direcciones: la formación es indispensable para cualquier tarea y, muy importante, los idiomas, y además, dijo: el hecho de someterte a una disciplina formativa desarrolla la capacidad de aprender y progresar más rápido cuando afrontas nuevas tareas o retos profesionales. Finalmente, Ruiz Peña volvió la cuestión a la inversa: ¿qué pasa si no estudias? Pues que tendrás que competir toda tu vida con un montón de gente no cualificada por empleos insatisfactorios y de baja remuneración. Es un precio muy alto el que se paga.
Eso sí, coincidieron en que hay muchos caminos para formarse, y que al margen de la titulación hay una formación complementaria igual de importante. Así se citaron los casos de Gates, Job, Amancio Ortega o, más cercanos, Ricardo Leal y Juan Carmona: ninguno terminó una carrera, pero todos se formaron durante su vida laboral.
La segunda cuestión fue qué pedirían esos empresarios a un aspirante para contratarle. Molina indicó que viva el trabajo con pasión, que se note que le gusta lo que hace y que solucione problemas. Domínguez citó interés, formación y actitud como puntos básicos. Ruiz Peña incidió en los dos planteamientos explicando que hay que estudiar para hacer aquello que te apasione y añadió: el modelo de un trabajador vinculado de por vida a una empresa se acaba. Ahora muchos seréis autónomos que prestaréis servicios a distintas empresas, y para eso se necesita pasión y tenacidad. Por su parte, Villalba preguntó a los estudiantes: ¿os imaginéis estudiar algo que no os gusta y luego trabajar toda la vida en eso? Vuestra actitud nunca sería la adecuada, porque no os gustaría el trabajo.
Automotivación, actitud positiva (nunca planteéis en un puesto de trabajo voy a hacer lo justito, total, para lo que pagan, porque ese trabajo es lo mejor que tenéis en ese momento), cultivar las relaciones personales, crear redes de intereses, ser formales, huir de las personas tóxicas y arrimarse a los mejores, buscar tus aptitudes dentro de la inteligencia emocional, y luchar por hacerlo cada día mejor, fueron otras de las cualidades manifestadas.
En el turno de debate, los estudiantes plantearon cuestiones muy concretas, como por ejemplo qué hacer si no tienes nota para la carrera que te gusta. En este punto, los ponentes coincidieron en que es mejor ir a estudios relacionados con tus gustos (por ejemplo, yendo a un Ciclo Superior de FP y después, si se quiere, accediendo a la carrera deseada) que estudiar algo sin motivación. Igualmente se planteó el vértigo de fallar en la elección. Aquí de nuevo hubo coincidencia: si ocurre eso, se rectifica, no se persiste en el error. Nunca se perderá el año porque se habrán logrado experiencias y conocimientos muy valiosos.
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Además, se planteó si es mejor ir a la universidad o decantarse por FP. La respuesta fue clara: depende de los intereses de cada cuál, pero hoy por hoy la FP, tantas veces despreciada, ofrece muchas alternativas, y es una opción a considerar siempre.
Como resumen, el moderador apuntó: tener un título, sea universitario o de FP, es como tener una entrada para la discoteca: si no la tienes, te quedas fuera. Ahora bien, la entrada solo te facilita el acceso, no te garantiza ni que sepas bailar, ni que vayas a ligar ni que te lo pases bien. Eso ya depende de lo que tú hagas en cada momento.
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