Arco de Cáparra, final de la ruta.

Alumnos del Alba Plata aprenden historia y ciencia a bordo de sus bicicletas

Participan en un recorrido de 200 kilómetros que concluye en el Arco de Cáparra

Juan Carlos Zambrano

Viernes, 29 de abril 2016, 15:53

Alumnos del IES Alba Plata, junto a compañeros del instituto Fernández Santana, de Los Santos, han recorrido los 200 kilómetros que separan Mérida del Arco de Cáparra, en un viaje en bicicleta en el que se pretende tanto la educación en valores transversales, como respeto al medio ambiente o salud, como la integración en una experiencia de disciplinas como Ciencias Naturales, Historia o Geografía.

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Así, estos 67 estudiantes partieron el 19 de Mérida, para hacer el trayecto en cinco etapas, hasta llegar el 23 a Cáparra. Durante su ruta están acompañados, además de por los profesores, por un médico y dos mecánicos, lo que garantiza una vivencia libre de sobresaltos.

Como punto de partida se eligió el Puente Romano de Mérida, y de ahí los ciclistas se encaminaron a Alcuéscar, para visitar el centro de diversidad funcional. La siguiente etapa les permitió cruzar el puente medieval de Casas de Don Antonio y contemplar los miliarios, para concluir en Cáceres en una visita guiada por el casco histórico.

Al día siguiente la meta es Cañaveral, a donde se llegará tras una visita al Museo del Queso de Casar de Cáceres. Entre las más bellas dehesas del mundo, los alumnos harán su cuarta etapa para concluirla en las murallas de Galisteo, uno de los monumentos más sorprendentes de Extremadura.

Llegará así la última fase, la que sigue por las dehesas hasta alcanzar Cáparra y detenerse al pie del único arco romano cuadrifonte del mundo.

Para la logística han contado con un camión desde donde se les abastecía de comida y bebida, además de con la ayuda de la Guardia Civil y la Policía Local en aquellos tramos en los que han circulado por la N-630 o se han adentrado en ciudades como Mérida o Cáceres.

En cuanto al alojamiento, quedó garantizado con la cesión de la Casa de la Misericordia en Alcuéscar, la Ciudad Deportiva de Cáceres, instalaciones cedidas por el Ayuntamiento de Cañaveral y el instituto de Galisteo, que pusieron a disposición de los estudiantes cobijo donde extender sus esterillas y sacos e instalaciones donde poder ducharse tras cada tramo.

La experiencia, que ya cumple 16 años, es posible gracias a la implicación de toda la comunidad educativa de los institutos participantes, convencida de que este tipo de actividades forman parte importante de la formación integral de los alumnos.

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