Una carreta aguarda turno para cruzar el río.

La lluvia respetó el camino

Miles de romeros disfrutaron de un día intenso, aunque algo desapacible por el frío

Juan Carlos Zambrano

Domingo, 8 de mayo 2016, 10:57

Finalmente, las previsiones meteorológicas que apuntaban lluvia a partir del mediodía no se cumplieron, y el camino de la romería se realizó sin agua, aunque, eso sí, con el suelo bastante embarrado y un viento desapacible y algo frío.

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Hacia las 11.15 los primeros carros y romeros partieron del cruce de las calles Romanones y Mártires, formando una caravana de miles de personas y decenas de caballos y carretas.

Un cielo encapotado presidió la jornada, pero no llegó a descargar. Eso sí, el temor a la lluvia hizo que el camino fuese más rápido de lo habitual, incluso algunos apenas se detuvieron en Megía o ni siquiera pararon, para evitar unas precipitaciones que no llegaron.

Después, a la llegada a la ermita, los hubo que decidieron encarrilar la vuelta enseguida, pero otros decidieron seguir la fiesta hasta la noche en el interior de las casetas. Ahora la fiesta se toma un respiro de cuatro días para afrontar su etapa culminante, a partir de la noche del jueves.

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