El ayuntamiento apoya la quema de rastrojos de forma controlada y excepcional

El ayuntamiento secundó una propuesta de la organización agraria APAG Extremadura-ASAJA en la que se solicitaba instar a la Junta a que permitiese la quema controlada de rastrojos con el fin de luchar contra las plagas que sufren los cereales.

El escrito estaba firmado por el presidente de la organización, Juan Metidieri, y en él se indicaba que la situación en el cereal se ha agravado esta campaña, sin que los tratamientos usados para acabar con las plagas se hayan mostrado eficaces. Por ello, demandaba que el ayuntamiento fuentecanteño aprobase una moción para instar a la Junta a que autorice las quemas, único tratamiento eficaz en el actual estado de cosas.

Quemar rastrojos está prohibido con carácter general, y es una práctica que puede llevar a perder las ayudas de la UE, si bien en la norma se recoge que en determinadas circunstancias puede autorizarse una quema controlada.

Los agricultores de Fuente de Cantos, a través de la cooperativa agropecuaria Francisco de Zurbarán, ya solicitaron hace meses que se diese luz verde a la medida, puesto que la alta humedad de los suelos, unida las temperaturas suaves del invierno y al abuso de ciertos abonos nitrogenados habían provocado la aparición simultánea de plagas de moscas, pulgones y hongos que estaban mermando las producciones o, directamente, arruinando por completo las cosechas.

Antes de que el asunto se debatiese en el pleno municipal (y fuese aprobado por los votos del PP y la abstención del PSOE), la Consejería de Medio Ambiente y Políticas Agrarias ya había llegado a un acuerdo con los agricultores para autorizar esta campaña de manera excepcional las quemas en determinados lugares. Estas quemas deben ser justificadas con informes fitosanitarios y la autorización se limita al ámbito que abarque el informe.

Posteriormente, la Asamblea de Extremadura debatió una propuesta en el mismo sentido, presentada por el PP y apoyada por el PSOE y Ciudadanos, donde se ratifica la petición de que se autoricen las quemas y también que se autorice otra práctica prohibida con carácter general, como es la del volteo inmediatamente después de la cosecha, si bien este volteo sólo podrá realizarse en lugares con poca pendiente, para evitar el arrastre y empobrecimiento de los suelos.

De cualquier modo, dichas medidas, la quema y el volteo, surtirán efectos en campañas futuras, no en la actual, donde la previsión es que la cosecha de cereal sea mucho menor que otros años, debido a las plagas, que han echado a perder en algunas zonas hasta el 80% de los cultivos.

Una vez que se evalúe la situación tras las quemas y los volteos de la postcosecha, la Junta determinará si las prácticas han sido eficaces y si se deben renovar las autorizaciones para campañas sucesivas.