
Juan Carlos Zambrano
Lunes, 3 de octubre 2016, 16:51
-¿Cuáles son las impresiones de su primera etapa extremeña?
-Magníficas, la acogida de la gente ha sido genial, es gente muy sana y se ve que hace las cosas de corazón. Un poquito de menos calor también hubiese venido bien.
-Ha cumplido la cuarta parte de su reto, ¿cómo está respondiendo su cuerpo y cómo está respondiendo la gente?
-Mi cuerpo, más o menos bien. Llevo un entrenamiento previo muy duro, con un preparador extraordinario como es Hermenegildo Sabido, que me ha preparado física y psicológicamente. Correr en solitario tantos kilómetros es muy duro y hay que estar mentalmente preparado. En cuanto a la gente, la acogida está siendo muy buena, me dicen que me admiran, pero les digo que no, que yo no soy ningún famoso ni héroe, y que mi lema es si yo puedo, tú puedes, y eso vale tanto para superar la enfermedad como para hacer algo por los demás.
-¿Se acerca la gente a contarle su experiencia?
-Sí, gente que está enferma, que lo ha estado o que tiene algún familiar que ha fallecido. Te emocionas, te quedas cogido con algunas de las historias.
-¿Cómo le cambió la vida el diagnóstico de leucemia aguda?
- Fue un proceso psicológicamente muy duro. Primero estuve en un hospital de Jerez, en 2002, y me dan vueltas y vueltas sin atreverse a intervenir. Así estuve año y pico. Me harté y fui a Cádiz, a maxilofacial. Allí, a los dos meses, me operaron y me dieron el alta. Luego me citaron para dar el resultado de las pruebas del tumor y no te puedes ni imaginar, pensé que me moría, no hacía más que darle vueltas a que mi hija solo tenía tres años. Luego me estuvieron haciendo más pruebas y me dijeron que se podía tratar. La radioterapia me ha dejado alguna secuela, pero no me puedo quejar después de lo que veo. Todo esto te cambia tu visión, te hace apreciar muchas cosas y ser más solidario.
-¿Cómo entra en contacto con la Cátedra?
-Vi una noticia sobre investigación de fármacos contra la metástasis y al final me orientaron hacia la Cátedra Doctores Galera y Requena, afectados por el cáncer (Pilar Galera falleció justo cuando se iniciaba el maratón), que está en la Universidad de Granada. Allí se investiga sobre las células madre cancerígenas, que son las más difíciles de eliminar y las que provocan metástasis. Yo ya tenía en mente ir a Santiago haciendo maratones, porque ya llevaba unos años yendo al Rocío en bicicleta para concienciar sobre el cáncer de mama y veía que cada vez se sumaba más gente, pero no tenía el motivo, algo concreto que me sirviese de referencia y guía para que la gente se interesase por la iniciativa.
-Y el motivo es recaudar fondos para esta investigación
-Bueno, eso es una parte, que la gente colabore. Otra parte es generar interés para que las empresas se impliquen en la financiación de estas investigaciones, y también que los poderes públicos actúen, dando una financiación estable a la investigación, con leyes que den prioridad a estos temas en los presupuestos, que permitan una continuidad a los investigadores. Desarrollar un fármaco es largo y costoso, y no se puede investigar si no se da continuidad. ¿Puede haber algo más importante donde emplear el dinero? Ahora se hacen burradas, se mete dinero en cosas que no acarrean ningún bien a la gente, y se descuida la investigación, cuando un país que no investigas jamás podrá progresar.
-Entonces su reto es una llamada de atención
-Por supuesto, una llamada a que el futuro se llama investigación y también a un hecho muy claro: cada uno debe hacer en este campo lo que sabe hacer. Yo sé hacer esto, correr, llamar la atención con mi iniciativa; los investigadores deben investigar y contar con medios, y las empresas y la administración darles recursos. Cada uno su papel.
-¿Y la gente?
-Lo mismo. La gente es solidaria. Yo he recorrido zonas con mucho paro, con muchas necesidades, y se han volcado. Hay que darles una vía para canalizar esa solidaridad y un motivo para la esperanza. El mío es que esta cátedra no existía hace un año y ahora existe, funciona y avanza. Esa gente puede ayudar con su solidaridad y presionando a los dirigentes para que miren hacia estos problemas, que son los que de verdad importan, porque se juegan vidas.
-¿Desea hacer algún llamamiento o petición?
-Sí, insistir sobre todo en dos mensajes. El primero es que todos debemos caminar hacia el mismo sitio. Es sorprendente que la gente, cualquiera de nosotros, entienda tan claramente la importancia de investigar, de apoyar a quienes están buscando soluciones al cáncer, y quienes tienen la decisión sobre los presupuestos no lo vean. Queremos leyes que amparen a estos investigadores, que les doten de medios para hacer su trabajo. El segundo mensajes es de optimismo y esperanza para todos los que sufran cáncer. Hace 12 años yo estaba hundido, y ahora puedo afrontar este desafío. Y si yo puedo, cualquiera puede hacerlo.
-¿Qué tiene en mente para cuando acabe este reto?
-Pues, por un lado, buscarme la vida, como cualquiera, porque estoy en el paro y debo encontrar un trabajo. Por otro, seguir colaborando con la investigación, buscando maneras de que suba la financiación para que puedan acelerarse sus avances y cuanto antes se dé con un fármaco que ayude a la gente. No voy a abandonar este compromiso e intentaré sumar a más personas a él.
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