Un bujardo es la imagen elegida para la Jornada.

"Hasta que empezaron las jornadas no había nada escrito sobre la historia de la localidad"

José Lamilla, presidente de Lucerna, encara la organización de la XVII edición de esta cita cultural que analizará el Carlismo y el siglo XVI

Juan Carlos Zambrano

Lunes, 31 de octubre 2016, 19:21

El próximo 12 de noviembre, la Casa de la Cultura albergará la XVII edición de la Jornada de Historia de Fuente de Cantos. El eje central serán dos ponencias, una de Juan Pedro Recio, doctor en Historia y cronista de Tornavacas, que versará sobre el Carlismo en la Baja Extremadura, y otra de Ángel Bernal, también doctor en historia y presidente de la asociación histórico-cultural Maimona, centrada en la vida cotidiana en Fuente de Cantos en los albores de la Modernidad, esto es, el siglo XVI. La presentación del evento estará a cargo de Francisco Javier Calero, presidente de Extremadura Histórica, que reúne a todas las asociaciones que organizan jornadas locales de historia.

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Además se expondrán diversas comunicaciones sobre temas variados, cuyo contenido aún no se conoce porque, como explica José Lamilla, presidente de la asociación cultural Lucerna, organizadora de la jornada, se suelen mandar a última hora, como una semana antes o así. Además, se presentarán las actas de la edición del pasado año, en la que se analizó la Vía de la Plata.

Al analizar el recorrido realizado por estas jornadas, en las que colabora activamente la Sociedad Extremeña de Historia presidida por Felipe Lorenzana, que arrancaron en el 2000, Lamilla explica que la primera intención fue realizar un estudio más sistemático de la historia de Fuente de Cantos, ya que no había nada escrito, si acaso, artículos dispersos y documentación que no había sido contextualizada.

Por eso, las catorce primeras ediciones se dedicaron a la historia local, empezando por la Prehistoria y recorriendo hasta el siglo XX. Luego ya abrimos más el abanico, apunta.

Esta trayectoria se refleja, hasta ahora, en 16 libros de actas con enfoques muy distintos sobre los avatares históricos principalmente de la localidad. No vamos a decir que el recorrido esté completo, queda mucho por profundizar y mucho por investigar, pero al menos tenemos ya una base escrita y sistematizada, comenta.

En cuanto al interés que han despertado estas citas, Lamilla señala que la presencia de oyentes en las ponencias y comunicaciones no suele bajar de 70 personas, y eso muestra que interesan, y además tienen una gran demanda de libros de actas. Son muchos los que, por una razón u otra, no pueden asistir a las jornadas, pero luego quieren tener los libros, en ocasiones nos vemos desbordados, hay muchos emigrantes que los demandan. En todo caso, señaló que las actas están disponibles en internet, donde se puede acceder a todas las comunicaciones desde el inicio de esta cita.

Además, las jornadas tienen otro efecto: Mucha gente redescubre su pueblo a través de ellas. Hay elementos cotidianos, que hemos visto siempre sin prestarles atención, cuadros, edificios, calles, y cuando la gente descubre qué importancia han tenido en nuestra historia, les surge el interés, y muchas asociaciones nos piden que les expliquemos con visitas guiadas estos elementos que hasta entonces les pasaban desapercibidos.

Por lo que se refiere al nivel de las jornadas, Lamilla indica que las de Fuente de Cantos son, junto a las de Llerena, las más antiguas de la región, a excepción de las de Trujillo. El nivel de los ponentes se cuida mucho, contactamos con catedráticos, preferiblemente extremeños, que son expertos contrastados, y en ocasiones, como cuando se dedicó la jornada a Zurbarán, podemos decir que logramos reunir a los mayores expertos mundiales del tema.

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Para ello cuentan como aliado fundamental con Lorenzana, cronista e historiador, porque nadie como él conoce la entidad de los historiadores, y es quien nos facilita esta labor de selección de ponentes.

Como petición, Lamilla apunta a que quizá sería necesario mayor apoyo económico, puesto que no reciben ayuda financiera alguna del ayuntamiento, y es la asociación Lucerna la que corre con todo el gasto. El ayuntamiento nos facilita el local y la infraestructura, pero hace años que no hay aportación económica, quizá por la crisis, concluyó.

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