Marchena se convierte en la persona más anciana del mundo

Se llama Francisco Núñez Olivera, es extremeño y, desde hace una semana, la persona más vieja del mundo. Tiene 112 años y en diciembre, si su naturaleza milagrosa se lo permite, volverá a encender velas en su casa de Bienvenida. Allí todos le conocen como Marchena, por su parecido con el renombrado cantaor. En unas semanas el Consistorio le nombrará hijo predilecto y los del libro Guinness de los Records tienen previsto acercarse al pueblo del sur pacense para oficializar que es el ser humano con más edad en el planeta. Una italiana lo era hasta el pasado mes de abril: murió a los 117 años.

Yisrael Kristal, un israelí nacido en Polonia y superviviente de los campos nazis de Auschwitz, había heredado ese título de longevidad pero murió el viernes pasado con 113 años. Ahora pertenece a un hombre de Extremadura.

«Estamos preparando el nombramiento de Francisco como hijo predilecto de Bienvenida. Se aprobará en próximas semanas», confirmó a HOY el alcalde, Antonio Carmona. «Se merece un homenaje», concluye el regidor. El cronista oficial, Francisco Javier Rodríguez Viñuela, está gestionando ese acto.

Representantes de Guinness World Records (antes libro Guinness), se van a desplazar a la localidad extremeña para realizar un sencillo acto que supone la certificación de que Marchena es ahora el varón más vetusto del mundo.

Nacido el 13 de diciembre de 1904, fue el mayor de siete hermanos. Francisco es viudo desde 1988 y lo cuidan sus dos hijas, María Antonia, que tiene 81 años y vive con él, y Milagros, de 78. Tuvo otros dos hijos varones, que ya han fallecido.

Francisco, como ya informó este diario el año pasado, cuenta aún con su cartilla militar con la que prestó servicio como soldado en Marruecos en la revuelta del Rif en 1926. Marchena tiene nueve nietos y quince biznietos.

Como récords absolutos, el Guinness tiene registrados a la francesa Jeanne Louis Calment, que vivió 122 años y 168 días y falleció en 1997. Como hombre aparece el japonés Jiroemon Kimura, que murió a los 116 años y falleció en 2013. La italiana Emma Morano, nacida en 1899, era hasta hace cuatro meses la persona más longeva. Tenía 117 años cuando falleció.